giovedì 28 ottobre 2010

Homilía, Octubre 28

El Evangelio que corresponde para la fiesta de los Santos Simón y Judas es el pasaje de San Lucas que nos habla de Jesús pasando toda la noche en oración sobre la montaña, y cuando se hace de día llamó a sus dicípulos, y eligió a doce de ellos y los llamó Apóstoles. Estos son los hombres que Jesús eligió personalmente para caminar junto a él, ser formados en los misterios del Reino, y enviados a anunciar la buena noticia del Reino a todo el mundo.

Hoy celebramos unos de los Doce: Simón y Judas—nombrados en en Evangelio como discipulos en un compromiso con Cristo, en la misión, como apóstoles. Ellos fueron enviados a ser testigos fieles en la Palabra (predicar/enseñar) y en la Sangre(servicio), dando todo en sacrificio con Jesucristo. Ambos, Simón y Judas dedicaron sus vidas a la predicación del Envangelio al mundo pagano y se cree que murieron martires por la fe.

Por nuestro bautismo y profesión religiosa como Pasionista, también somo llamados, elegidos y enviados a dar un testimoio radical como apóstoles Pasionistas, y hacer sacrificios para Cristo y para su misión en el mundo de hoy. No somos estraños a los misterios de Cristo. De hecho compartimos su muerte y su resurrección. En el Espíritu Santo nuestra fe vence al miedo y hace fuerte y audaz nuestro testimonio. Nosotros no somos residentes temporeros en la Iglesia. Hemos firmado para siempre. Estamos en casa, en el Cuerpo de Cristo; una vida sin Cristo y su Iglesia no tiene sentido ya para nosotros. Son las palabras de la primera lectura de la carta a los Efesios:

“ Ya no sois extranjeros ni huespedes, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Estan edificados sobre los apostoles, y los profetas, que son los cimientos, mientras que la piedra angular es el mismo Jesucristo”(Ef 2,19-20).

 Esta commemoracion de los Apostoles hoy- los fundamentos sobre los cuales hemos sido edificados- debe encender en nosotros “entrañas de fuego”, de celo y fervor y por ello sentirnos llamados, elegidos, y enviados por Cristo, como Pasionistas, a proclamar la Buena Noticia y la Pasion-el mensage de la compasion de Dios y el amor para con toda Su creacion, expresandolo en la entrega como lo hizo el Unico, su Hijo, Jesus , en su Pasion, muerte y resurreccion.

Nuestro trabajo durante este Sinodo ha sido escuchar, revisar y reflexionar en el continuo trabajo de la Congregacion. La Reestruturación que creemos es obra del Espíritu, nos anima a no quedarnos complaciente en una vida y una misión meramente mundana, corriendo el riesgo de convertirnos en inefectivos e irrelevantes en este mundo cada vez más fragmentado. Nosotros los Pasionistas sabemos que no podemos seguir como siempre lo hemos hecho ; el mundo ha cambiado y nosotros también lo debemos hacer con creatividad encontrando nuevos espacios y maneras de vivir nuestra vida y nuestra misión.

Nuestro proceso de discernimiento nos ha llevado a tomar pasos audaces en nuestro optar por la Solidaridad como actitud, revitalizando nuestra manera de ser Congregación, así como nuestra misión— por lo cual existimos y somos enviados- pueda tener mayor vitalidad y efectividad en la realidad de este mundo de hoy.
El testimonios evangélico de los Santos Simón y Judas fue su compromiso y su entusiasmo en predicar el Evangelio a un mundo pagano y murieron como martires como consecuencia de su misión. Nosotros esperamos que no se nos pida tales demandas, pero debemos tener claro que estamos siendos desafiados en este tiempo de la historia de la Congregación a hacer otros sacrificios que involucran nuestras vida personal y comunitaria. Esta es la llamada a la conversión , (renovación) y a la solidaridad.

¿En que estamos preparados a dejar de lado nuestro seguridaded , lujos, comodidades, apegos- y hasta nuestra vida(sangre) para darcelo todo com entrga y testimonio a Cristo?

P. Joachin Rego

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